La Agencia Internacional de la Energía, conocida por sus siglas en inglés como IEA (International Energy Agency), es una organización intergubernamental que desempeña un papel crucial en la promoción de políticas energéticas sostenibles a nivel global. Fundada en 1974, la IEA tiene como objetivo principal garantizar la seguridad energética, fomentar el desarrollo económico y mitigar el impacto ambiental del uso de la energía.
En el contexto de la medición de la huella de carbono, la IEA es una fuente clave de datos, análisis y recomendaciones para gobiernos, empresas y organizaciones.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) es una organización intergubernamental que opera bajo el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Fue establecida en respuesta a la crisis del petróleo de la década de 1970, con el propósito inicial de coordinar medidas entre países miembros para garantizar el suministro de energía en situaciones de emergencia. Con el tiempo, su misión se ha ampliado para incluir temas como la sostenibilidad energética, la transición hacia energías renovables y la mitigación del cambio climático.
Actualmente, la IEA cuenta con 31 países miembros y trabaja en estrecha colaboración con países asociados y organizaciones internacionales. Entre sus actividades principales se encuentran la recopilación y análisis de datos energéticos, la elaboración de informes y la provisión de recomendaciones para políticas energéticas.
La medición de la huella de carbono es un paso esencial para comprender y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al cambio climático. La IEA proporciona herramientas, datos y metodologías que son ampliamente utilizadas por gobiernos y empresas para calcular sus emisiones de carbono.
Uno de los mayores aportes de la IEA es su extenso trabajo en la recopilación y análisis de datos energéticos globales. Estos datos incluyen información sobre el consumo de energía, la generación de electricidad, las emisiones de CO2 y otros indicadores clave. Estos recursos son fundamentales para calcular la huella de carbono de sectores específicos, como el transporte, la industria y la generación de energía.
Por ejemplo, los datos de la IEA se utilizan en el desarrollo de inventarios nacionales de gases de efecto invernadero, que son requeridos por el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París. Además, estos datos son compatibles con estándares internacionales como el Protocolo GHG, que es ampliamente utilizado por empresas para medir y reportar sus emisiones.
La IEA también desarrolla herramientas y metodologías para facilitar la medición de emisiones. Por ejemplo, publica guías sobre cómo calcular las emisiones de carbono en diferentes sectores económicos y cómo implementar estrategias de reducción. Estas metodologías son especialmente útiles para empresas que buscan alinear sus objetivos de sostenibilidad con estándares internacionales.
Además de su papel en la medición de la huella de carbono, la IEA desempeña un papel crucial en la promoción de la transición energética global. Esto incluye fomentar el uso de energías renovables, mejorar la eficiencia energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Uno de los recursos más destacados de la IEA es su serie de escenarios energéticos, como el Net Zero Emissions by 2050 Scenario. Estos escenarios ofrecen hojas de ruta detalladas para alcanzar objetivos climáticos ambiciosos, como limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.
Estos análisis son utilizados por gobiernos y empresas para planificar sus estrategias de descarbonización.
La IEA trabaja en estrecha colaboración con gobiernos para diseñar políticas energéticas que sean sostenibles y efectivas. Esto incluye promover regulaciones que incentiven el uso de energías limpias, establecer estándares de eficiencia energética y apoyar la innovación tecnológica en el sector energético.
Para las empresas, la información y los recursos proporcionados por la Agencia Internacional de la Energía son esenciales para medir y gestionar su huella de carbono. Al utilizar datos precisos y metodologías probadas, las empresas pueden identificar sus principales fuentes de emisiones, establecer objetivos de reducción y monitorear su progreso.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) es un actor clave en la lucha contra el cambio climático y la promoción de sistemas energéticos sostenibles. Sus datos, herramientas y recomendaciones son fundamentales para medir y reducir la huella de carbono, tanto a nivel gubernamental como empresarial.
Para las empresas que buscan optimizar sus estrategias de sostenibilidad, plataformas como Manglai pueden complementar los recursos de la IEA al ofrecer soluciones avanzadas de medición, análisis y descarbonización, alineadas con los estándares internacionales.
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