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Carolina Skarupa
Product Carbon Footprint Analyst
La aprobación del Real Decreto 1055/2022, de envases y residuos de envases, ha transformado por completo el marco de responsabilidad ambiental en España.
Esta norma, que desarrolla los principios de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), obliga a fabricantes, importadores y distribuidores a asumir la gestión integral de los envases que ponen en el mercado, incluidos los comerciales e industriales, tradicionalmente fuera del foco de la regulación.
Lejos de ser una carga administrativa, el nuevo modelo RAP representa una oportunidad estratégica: impulsa la eficiencia en la cadena de suministro, mejora la trazabilidad de materiales y refuerza la reputación ambiental de las empresas ante clientes, inversores y la Administración.
En este artículo, te explicamos las claves del Real Decreto 1055/2022, cómo adaptarte a sus exigencias y por qué su cumplimiento puede convertirse en un factor competitivo en el mercado español y europeo.
La Responsabilidad Ampliada al Productor (RAP) es un principio ambiental europeo que transfiere la responsabilidad de la gestión de los residuos a los productores que los ponen en el mercado. Esto significa que las empresas deben financiar, organizar y garantizar la recogida, el tratamiento y el reciclaje de los envases, así como reportar datos sobre su composición y destino final.
Hasta 2022, esta obligación se centraba principalmente en los envases domésticos gestionados a través de sistemas como ECOEMBES.
El RD 1055/2022 amplía el alcance, incluyendo también los envases comerciales e industriales, con implicaciones directas para sectores como la logística, la alimentación, la distribución y la industria manufacturera.
El Real Decreto persigue varios objetivos alineados con la Estrategia Europea de Economía Circular y el Pacto Verde Europeo:
El Real Decreto impulsa la transición hacia envases reutilizables y reciclados, estableciendo metas concretas de reducción y contenido reciclado. Esto obliga a las empresas a repensar sus diseños, priorizar materiales secundarios y buscar alternativas logísticas que prolonguen la vida útil de los envases.
El resultado: menos dependencia de materias primas nuevas, menores costes de aprovisionamiento y reducción significativa de la huella de carbono.
Uno de los grandes retos del sistema español era la falta de control sobre los envases comerciales e industriales. El RD 1055/2022 aborda este vacío incorporándolos de forma explícita al sistema RAP y estableciendo mecanismos de recogida selectiva y trazabilidad obligatoria.
Con ello se busca asegurar que los materiales recuperados vuelvan al ciclo productivo, generando nuevas oportunidades económicas en el sector del reciclaje y la logística inversa.
El decreto coloca el ecodiseño en el centro de la regulación: el mejor residuo es el que no se genera. Se incentiva la optimización de formatos, la reducción de peso, el uso de materiales monocomponentes y la eliminación de elementos no reciclables.
Las empresas que aplican criterios de ecodiseño desde la fase conceptual consiguen reducir costes logísticos, minimizar desperdicios y reforzar su innovación sostenible.
Echa un vistazo a nuestro artículo sobre la Declaración Ambiental de Producto (DAP): ¿Qué es y por qué puede decidir una licitación?
El RD 1055/2022 establece obligaciones de registro, reporte y verificación que permiten conocer el destino de cada envase puesto en el mercado.
Esta trazabilidad aporta un doble beneficio: mejora el control ambiental por parte de las autoridades y ofrece a las empresas información valiosa para optimizar su gestión interna.
La transparencia en el uso y tratamiento de materiales se convierte, además, en un argumento reputacional potente frente a clientes e inversores que demandan responsabilidad y datos verificables.
El RD 1055/2022 afecta a todas las empresas que fabrican, importan, envasan o comercializan productos en envases, sean de plástico, metal, cartón o vidrio. Esto incluye tanto a quienes introducen productos en el mercado nacional como a quienes operan desde otros países de la UE con destino a España.
Los envases comerciales e industriales (por ejemplo, bidones, palets, cajas de transporte o film retráctil) quedan expresamente incluidos en la norma.
En general, toda empresa que ponga envases en el mercado español debe registrarse como productor, cumplir sus obligaciones de información y adherirse a un sistema RAP (individual o colectivo).
Si deseas profundizar sobre qué implicaciones tiene la RAP en la gestión de la huella de carbono, puedes echar un vistazo a nuestro artículo sobre qué es la huella de carbono de producto y cómo se mide.
El Real Decreto permite dos vías principales para cumplir con la responsabilidad ampliada:
El productor asume por sí mismo la organización y financiación de la recogida y tratamiento de los envases. Este sistema requiere demostrar la trazabilidad completa de los flujos de residuos y presentar informes anuales ante la autoridad competente. Se trata de una modalidad que suele ser elegida por grandes fabricantes industriales con control total sobre su logística inversa.
Las empresas pueden unirse a sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP), que agrupan a varios productores y gestionan de forma conjunta los envases.
Los SCRAP acreditados, como Envalora o ECOEMBES, según el tipo de envase, se encargan de la recogida, el reciclaje y el cumplimiento legal, facilitando la gestión y reduciendo costes.
Cada empresa debe registrarse en el Registro de Productores de Producto (RPP) y declarar la cantidad y tipo de envases puestos en el mercado.
El RD 1055/2022 introduce una novedad relevante: los envases no domésticos pasan a estar regulados bajo el mismo principio de responsabilidad ampliada, incluyendo cajas de cartón, palets reutilizables, bidones metálicos, film plástico y todo tipo de embalajes utilizados en la logística empresarial.
Entre las principales obligaciones destacan:
El incumplimiento puede conllevar sanciones significativas, pero más allá del riesgo, las empresas que se adaptan rápido obtienen beneficios de imagen y eficiencia operativa.
Cumplir con la RAP no se trata solo de gestionar residuos, sino de repensar el envase desde su diseño. El ecodiseño se convierte en una herramienta clave para reducir costes y emisiones, prolongar la vida útil de los materiales y mejorar la circularidad.
Una estrategia de ecodiseño efectiva debe integrar:
Implementar estos criterios permite a las empresas mejorar su desempeño ambiental y su rentabilidad, ya que el coste del envase se convierte en una variable estratégica dentro del modelo de negocio.
Adaptarse a la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) requiere una visión transversal que combine gestión ambiental, logística, ecodiseño y cumplimiento normativo. No basta con cumplir requisitos administrativos: es necesario repensar el modelo operativo desde la sostenibilidad y la trazabilidad.
Estos son los pasos esenciales para hacerlo de forma efectiva:
El primer paso es realizar un inventario completo de los envases que intervienen en la cadena de valor: desde los primarios que protegen el producto hasta los secundarios e industriales usados en transporte o almacenamiento.
Esta visión global permite detectar puntos críticos de generación de residuos y oportunidades de mejora en el diseño o la reutilización.
Una vez identificados los envases, es necesario cuantificar su volumen, peso y composición por material.
Este análisis constituye la base del informe anual de envases exigido por el RD 1055/2022 y permite establecer indicadores de circularidad y huella de materiales dentro del sistema productivo.
El Registro de Productores de Producto (RPP) es la puerta de entrada al cumplimiento legal. Tras la inscripción, cada empresa debe decidir si gestionará la RAP de forma individual, asumiendo la trazabilidad completa de sus envases, o colectiva, adhiriéndose a un SCRAP autorizado.
Esta elección depende del volumen de envases, la capacidad logística y el grado de control interno disponible.
Cumplir con la RAP implica coordinar a múltiples departamentos: compras, producción, calidad, sostenibilidad y logística.
Un plan de comunicación interna bien estructurado facilita la recogida de datos, la sensibilización del personal y la integración de criterios ambientales en la toma de decisiones. La colaboración interdepartamental es clave para que el cumplimiento sea eficiente y duradero.
Los datos de envases, materiales y residuos deben incorporarse al reporting ASG (ambiental, social y de gobernanza) de la empresa. Esto refuerza la coherencia entre el cumplimiento legal y la comunicación corporativa, aportando transparencia y trazabilidad verificable. Además, los indicadores derivados del RD 1055/2022 pueden alimentar otros marcos internacionales como GRI o CSRD.
Cumplir con el RD 1055/2022 no solo responde a una exigencia legal: abre la puerta a mejoras tangibles en competitividad, eficiencia y reputación. Las compañías que abordan la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) desde una perspectiva estratégica logran transformar un reto normativo en una fuente de innovación y valor empresarial.
La aplicación de criterios de ecodiseño y reutilización permite reducir el consumo de materias primas, embalajes y energía, optimizando al mismo tiempo el transporte y el almacenamiento. A largo plazo, estas medidas se traducen en ahorros operativos sostenibles y en una mayor resiliencia frente a la volatilidad del coste de materiales.
El sistema RAP exige registrar, reportar y verificar el flujo completo de los envases, hecho que genera una trazabilidad inédita sobre los materiales utilizados. Esta información no solo facilita el cumplimiento regulatorio, sino que fortalece el control sobre proveedores y mejora la gestión integral de riesgos ambientales y reputacionales.
Las administraciones públicas y muchas grandes corporaciones priorizan a proveedores que demuestran cumplimiento ambiental verificable y políticas activas de economía circular. Contar con una RAP implementada y documentada incrementa la puntuación técnica en concursos y abre oportunidades en proyectos financiados por fondos europeos o nacionales.
El cumplimiento del RD 1055/2022 refuerza la credibilidad de la empresa frente a los inversores, auditores ASG y grandes clientes B2B. La transparencia en la gestión de envases y materiales comunica compromiso, responsabilidad y alineación con la taxonomía verde europea, tres factores que hoy influyen directamente en la percepción de valor y confianza.
Adoptar la RAP con un enfoque proactivo proyecta una imagen de liderazgo ambiental y visión a largo plazo. Las marcas que integran la circularidad en su ADN no solo atraen clientes más conscientes, sino también talento y socios estratégicos alineados con sus valores. Una reputación sólida en sostenibilidad se convierte en un activo intangible clave para la competitividad futura.
El RD 1055/2022 marca un punto de inflexión en la gestión de envases en España. Las empresas que actúan de forma proactiva, adaptando su modelo logístico, rediseñando sus envases y comunicando con transparencia, no solo cumplen con la ley: construyen una ventaja competitiva sostenible, medible y alineada con la economía del futuro.
En un mercado donde el impacto ambiental se traduce en decisiones de compra, inversión y reputación, la RAP deja de ser un trámite para convertirse en un instrumento de liderazgo empresarial.
El Real Decreto está en vigor desde diciembre de 2022, aunque muchas de sus obligaciones, como el registro en el RPP o la declaración anual, se aplican de forma gradual desde 2023.
Sí, aunque las obligaciones varían según el tipo de envase y el volumen de producción. Las pymes pueden adherirse a sistemas colectivos que simplifican el cumplimiento.
Las empresas que no se registren o no presenten la información requerida pueden enfrentarse a sanciones administrativas y perder acceso a licitaciones públicas.
La RAP es el mecanismo que hace efectiva la economía circular en el sector de envases, promoviendo el ecodiseño, la reutilización y el reciclaje de materiales.
Los datos de envases y materiales gestionados pueden incorporarse a los indicadores ASG y a los informes de sostenibilidad, aportando trazabilidad y cumplimiento verificable.
Carolina Skarupa
Product Carbon Footprint Analyst
Sobre el autor
Licenciada en Ingeniería y Gestión Industrial en el Instituto de Tecnología de Karlsruhe con máster en Gestión y Conservación del Medio Natural de la Universidad de Cádiz. Soy analista de producto en Manglai y asesoro a clientes en la medición de la huella de carbono. Me especializo en desarrollar programas orientados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible para empresas. Mi vocación por la preservación del entorno es clave para la implementación de planes de acción en el ámbito empresarial.
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