¿Cuál es la diferencia entre la huella hídrica directa e indirecta?

Cuando una empresa presenta su informe ESG, el apartado de agua suele resumirse en un dato agregado. Sin embargo, bajo esa cifra se esconden dos realidades distintas: la huella hídrica directa, que la compañía puede controlar puerta adentro, y la huella indirecta, que viaja oculta en materias primas, energía y servicios adquiridos.

Separar ambas dimensiones evita duplicidades en el cómputo de la huella hídrica y, sobre todo, señala dónde se concentran las oportunidades de reducción.

En este artículo, vamos a desvelar cuáles son las diferencias entre la huella hídrica directa e indirecta y cómo afectan al consumo de agua en distintos procesos.

¿Qué es la huella hídrica directa?

La huella hídrica directa es el volumen de agua que la organización extrae, consume y vierte dentro de su perímetro operativo. Incluye los litros empleados en líneas de proceso, limpieza, climatización y servicios higiénicos.

En una planta láctea de Lugo, las mediciones certificadas por contadores fiscales determinaron un consumo de un 1,8 metros cúbicos de agua por tonelada de producto final, lo que equivale a un 15 % de su huella hídrica total.

Al tratarse de datos obtenidos in situ, la empresa puede actuar de inmediato instalando válvulas de cierre automático o reutilizando las aguas de limpieza en la primera fase del ciclo CIP.

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¿Qué es la huella hídrica indirecta?

La huella hídrica indirecta corresponde al agua “virtual” embebida en todos los insumos que la compañía compra.

En alimentación, representa de media el 85 % del total. Producir una tonelada de queso exige 10.000 litros de agua verde y azul utilizados en el crecimiento del forraje que alimenta a las vacas, además de 1.300 litros de agua relacionados con la electricidad consumida en la pasteurización.

Aunque la empresa no toca físicamente ese recurso, es responsable de su impacto y debe contabilizarlo si aspira a un informe completo.

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Comparación operativa: huella directa vs. huella indirecta

Desde el punto de vista del control, la huella directa ofrece un grado de gobernanza casi absoluto, pues depende de contar con sistemas de medida y de invertir en tecnologías ahorradoras.

La huella indirecta, en cambio, exige un enfoque de compras sostenibles: negociar con proveedores que dispongan de certificaciones hídrico-ambientales, contratar Power Purchase Agreements de energía renovable o avanzar hacia el ecodiseño de envases que reduzca el agua incorporada en la materia prima.

En un sector tan intensivo como la cervecería, 4 litros de agua directa por litro de cerveza conviven con hasta 148 litros indirectos, derivados sobre todo del cultivo de cebada y de la fabricación del vidrio. Después de cambiar a botellas retornables y de contratar cebada producida con riego eficiente, una planta zaragozana rebajó su huella total un 11 %.

Metodología de cálculo de la huella hídrica directa e indirecta: paso a paso

El proceso arranca con un inventario de consumos directos mediante contadores y sistemas SCADA. En paralelo, se aplican factores de conversión publicados por Water Footprint Network a cada materia prima adquirida. Los flujos directos e indirectos se calculan por separado y se suman de forma ponderada según su relevancia en la cuenta de resultados.

Finalmente, una auditoría basada en la norma ISO 14046 garantiza la trazabilidad de los datos y aporta credibilidad frente a inversores y clientes.

Si deseas profundizar en el método de cálculo de la huella hídrica, te invitamos a leer nuestro artículo: Cómo calcular la huella hídrica de un producto o actividad.

¿Cuál es su importancia estratégica?

Las agencias de rating de sostenibilidad, como CDP o Sustainalytics, valoran con mejor puntuación a las compañías que distinguen explícitamente entre huella directa e indirecta y, sobre todo, presentan planes específicos para la segunda, donde se esconde el mayor potencial de ahorro.

En un escenario de sequía recurrente, los fabricantes que controlan su agua virtual aseguran el suministro de materias primas y reducen la volatilidad de precios.

Huella hídrica directa en indirecta: una métrica para un mayor retorno

Separar la huella hídrica en directa e indirecta no es un capricho metodológico: es la brújula que orienta las inversiones hacia el punto de mayor retorno. Las reducciones logradas en la parte indirecta se traducen en seguridad de suministro, reducción de riesgos reputacionales y acceso a financiación verde.

Te invitamos a echar un vistazo a nuestra serie de artículos sobre la huella hídrica para obtener más información.

Preguntas frecuentes sobre la huella hídrica directa e indirecta

¿Puede la huella indirecta superar el 100 %?

En sectores como el software, la huella directa es casi nula, de modo que la indirecta (asociada sobre todo al consumo eléctrico de servidores) equivale a la totalidad del indicador.

¿Cómo se reduce la huella indirecta?

La vía más eficiente consiste en firmar contratos de compra con proveedores que acrediten buenas prácticas hídricas, sustituir energía de origen fósil por renovable y rediseñar los envases para disminuir gramaje y agua incorporada.