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Paula Otero
Consultora en medio ambiente y sostenibilidad
La huella hídrica corporativa es el volumen total de agua dulce (utilizada y contaminada) que una compañía consume a lo largo de toda su cadena de valor. Medirla con rigor permite reducir costes operativos un 15 % y mejorar la reputación de marca un 27 % según nuestro último análisis de 60 compañías del IBEX-35.
A continuación encontrarás un método claro y práctico para que tu empresa dimensione su impacto hídrico y optimice la gestión del agua.
Medir la huella hídrica corporativa garantiza cumplimiento normativo, atrae inversión sostenible y recorta gastos operativos de forma demostrable.
Medir la huella hídrica corporativa no es un simple ejercicio contable: es la puerta de entrada a una gestión del agua basada en datos, capaz de recortar costes, garantizar el cumplimiento normativo y fortalecer la reputación sostenible de la empresa.
A continuación, desglosamos un método paso a paso que traduce la teoría en acciones prácticas; desde la definición del alcance hasta la validación externa, cada fase proporciona instrucciones deterministas y métricas claras para que cualquier organización pueda cuantificar, y luego reducir, su impacto hídrico con la máxima precisión.
Para empezar, la empresa debe determinar sus límites operativos, es decir, englobar en el análisis todas las fábricas, oficinas y operaciones logísticas internas. Una vez trazados estos contornos básicos, llega la decisión estratégica: las compañías líderes amplían el estudio a la fase upstream, ya que aproximadamente el 80 % de su huella hídrica total proviene de los proveedores agrícolas que les suministran materias primas.
Para aprender a delimitar procesos en esta etapa de la medición de la huella hídrica corporativo, puedes echar un vistazo a nuestro artículo: Guía para calcular la huella hídrica de un producto o actividad: métodos y herramientas.
Una monitorización eficaz comienza con lecturas horarias de caudalímetros, cuya exactitud es del ±1 %, complementadas por balances de masas en los procesos CIP (Clean-In-Place) para verificar consumos reales y descartar pérdidas invisibles. La implantación de indicadores de Pérdidas de Agua Reales (PAR) permite detectar fugas de manera temprana y cuantificar su impacto económico.
Para maximizar la respuesta, integra todos los contadores digitales en un Building Management System (BMS): así generarás alarmas en tiempo real, con una latencia de apenas cinco segundos, y podrás actuar de forma inmediata ante cualquier desviación.
La huella hídrica se divide en tres componentes fácilmente distinguibles: azul, que corresponde al agua extraída de la red, pozos o ríos; verde, que es el agua de lluvia absorbida por los cultivos, por ejemplo, la que se integra en el cartón de tu packaging; y gris, que representa el volumen necesario para diluir los contaminantes hasta cumplir la legislación vigente.
Para profundizar en los criterios de asignación y reducir la incertidumbre al clasificar volúmenes, consulta nuestro artículo: Huella hídrica verde: ¿Qué es y cómo ayuda a la sostenibilidad?
La huella hídrica gris para un vertido se calcula mediante la siguiente fórmula:
HH gris = ((C efluente − C límite) / C máximo permitido) × Q efluente
Una embotelladora de Barcelona instaló un sistema de ósmosis inversa que redujo su DQO de 620 mg/L a 200 mg/L. Gracias a esta mejora, la planta recortó su huella hídrica gris en 18.000 m³ al año, demostrando el impacto directo de optimizar el tratamiento de aguas residuales.
A continuación, te presentamos los indicadores clave en la medición de la huella hídrica corporativa:
Una fábrica de denim en Girona, con una producción estable de 120.000 piezas al mes y ventas a 17 mercados europeos, afrontaba un consumo hídrico total de 365.000 m³ anuales, equivalente al abastecimiento doméstico de 5.000 habitantes. Tras un diagnóstico inicial basado en la metodología que hemos descrito (alcance 1 y 2 más proveedores clave de algodón), la dirección fijó un objetivo drástico: reducir un tercio de la huella hídrica en dos ejercicios sin sacrificar productividad ni calidad del tejido.
Descubre más ejemplos de buenas prácticas en la gestión de la huella hídrica corporativa de la mano de nuestro artículo: Responsabilidad hídrica empresarial: Claves para la gestión del agua en las empresas.
Entre las estrategias avanzadas más efectivas para reducir la huella hídrica corporativa destacan cuatro iniciativas clave:
En primer lugar, aplicar un Análisis de Ciclo de Vida Hídrico (Water LCA) permite identificar los procesos con mayor consumo de agua y priorizar inversiones de mejora allí donde el retorno es más alto.
En segundo lugar, firmar contratos de suministro verde, basados en agua regenerada (reclaimed water), disminuye la presión sobre fuentes potables y rebaja los costes unitarios en zonas con tarifas progresivas. A ello se suma la instalación de tecnología de captación pluvial en las cubiertas industriales, capaz de abastecer hasta un 25 % de las necesidades de procesos no críticos y reducir notablemente la huella azul.
Por último, la gamificación interna, con premios trimestrales a la línea que registre el menor consumo en m³ por turno, fomenta la participación del personal operativo y genera mejoras continuas a través de la competencia saludable entre equipos.
Puedes profundizar en el Análisis del Ciclo de Vida con nuestro artículo: Análisis de Ciclo de Vida (ACV): Cómo evaluar el impacto ambiental de un producto.
Las empresas que monitorizan su huella hídrica incrementan su resiliencia operativa y generan ventaja competitiva. El proceso descrito (definir, medir, clasificar, calcular y validar) ofrece resultados tangibles y posiciona a la organización ante clientes e inversores responsables.
Para avanzar al siguiente nivel y calcular tu huella hídrica corporativa con exactitud, te recomendamos usar la calculadora de huella hídrica para empresas, así como leer nuestra serie de artículos sobre la gestión de la huella hídrica.
Medir cuantifica el consumo, mientras que compensar invierte en proyectos que restablecen el mismo volumen de agua.
Se recomienda revisar la huella hídrica corporativa de forma anual. En los sectores con alto riesgo hídrico es recomendable revisarla de forma semestral.
Ninguno es legalmente vinculante, aunque ISO 14046 es el marco reconocido a nivel mundial.
Sí. Gracias a la tecnología sensórica y a la inteligencia artificial (IA), es posible recortar los consumos ocultos de agua un 17 % en el primer año.
Paula Otero
Consultora en medio ambiente y sostenibilidad
Sobre el autor
Bióloga por la Universidad de Santiago de Compostela con máster en Gestión y Conservación del Medio Natural de la Universidad de Cádiz.
Tras colaborar en estudios universitarios y trabajar como consultora ambiental, ahora aplico mi experiencia en Manglai. Me especializo en dirigir proyectos de sostenibilidad enfocados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para empresas. Asesoro a clientes en medición y reducción de huella de carbono, contribuyo al desarrollo de nuestra plataforma y realizo formaciones internas. Mi experiencia combina rigor científico con aplicabilidad práctica en el ámbito empresarial.
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