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Paula Otero
Consultora en medio ambiente y sostenibilidad
El alcance 3 sigue siendo el gran escollo de la descarbonización corporativa. Las empresas pueden controlar su consumo eléctrico, electrificar flotas internas o mejorar procesos industriales, pero nada de eso compensa una realidad que ya es estructural: entre el 75 % y el 90 % de las emisiones de una compañía pertenecen a su cadena de valor.
Sin embargo, calcular el alcance 3 con precisión ha sido históricamente una tarea casi imposible: la falta de datos primarios, la baja digitalización de los proveedores, la dependencia de factores de emisión genéricos y la gestión manual en hojas de cálculo generan errores significativos, inconsistencias metodológicas y, en muchos casos, reportes que no resisten auditorías rigurosas.
Por suerte, la inteligencia artificial está cambiando ese paradigma. Gracias al procesamiento automático de documentos, a la imputación avanzada de datos faltantes y a la verificación semántica, la IA permite construir inventarios de alcance 3 más completos, más trazables y más precisos.
En este artículo, te explicamos cómo aprovechar la IA para superar la “barrera de datos” que ha bloqueado a miles de organizaciones en sus reportes climáticos.
Si deseas profundizar en la selección de herramientas digitales, puedes consultar nuestra guía sobre los mejores software para medir la huella de producto.
La dificultad no reside en un único factor, sino en un ecosistema fragmentado. La mayoría de los proveedores, y especialmente pymes, no recopilan sus consumos energéticos, no aplican metodologías de ACV y no disponen de sistemas internos capaces de generar datos primarios fiables. Cuando se solicita información, la respuesta suele incluir documentos incompletos, formatos heterogéneos o estimaciones poco rigurosas.
Este problema se amplifica con la dependencia del correo electrónico como canal principal de intercambio. La información llega en PDFs con distintos niveles de detalle, en facturas antiguas, en hojas de cálculo desordenadas o incluso en fotografías tomadas desde el móvil. Un equipo interno puede tardar semanas en revisar documentos, corregir errores, identificar duplicidades y normalizar magnitudes.
Además, la mayoría de organizaciones depende de factores de emisión genéricos cuando no reciben datos primarios. El problema no es únicamente metodológico: esta imprecisión afecta a la toma de decisiones, al diseño de objetivos SBTi y a la priorización de acciones dentro del plan de descarbonización.
La inteligencia artificial interviene en cada fase del proceso: captura, limpieza, clasificación, imputación y verificación. Su valor no reside únicamente en la rapidez, sino en su capacidad para transformar datos desestructurados en información ambiental lista para cálculo.
Los sistemas basados en visión computacional y OCR avanzado pueden leer miles de documentos mensuales sin intervención humana como facturas, fichas técnicas, certificados energéticos, albaranes y documentos aduaneros, los cuales se convierten en datos estructurados en cuestión de segundos.
La IA identifica automáticamente unidades incorrectas, formatos no estándar o valores imposibles, y también detecta incoherencias temporales, datos repetidos y métricas que no encajan con patrones históricos.
Cuando los proveedores no entregan la información requerida, algo que ocurre en más del 60 % de los casos, la IA puede generar valores estimados basados en:
Este proceso, correctamente documentado, es aceptado por auditores siempre que se especifique la metodología y se ofrezca trazabilidad.
Cada dato queda asociado al documento original, proveedor, categoría del alcance 3, algoritmo utilizad, y a la fecha de generación, eliminando el riesgo de greenwashing metodológico y fortalece la credibilidad del reporte climático.
Para conocer cómo comunicar estos resultados de forma creíble, puedes leer nuestro artículo sobre Cómo comunicar tu estrategia de descarbonización evitando el greenwashing.
Aunque todas las categorías obtienen mejoras, concretamente tres concentran el mayor impacto:
Es la categoría más compleja y la que representa el mayor peso del inventario. La IA permite desglosar el impacto por material, composición y origen geográfico. Un modelo entrenado analiza patrones de consumo y emisiones para cada tipo de producto y puede calcular el impacto de miles de SKU con un nivel de precisión imposible de alcanzar con metodologías manuales.
La IA analiza rutas logísticas, tiempos de tránsito, velocidades medias, tipos de vehículo, combinaciones multimodales y cargas parciales. Esta información permite modelar emisiones reales, aunque no genéricas, basadas en patrones de operación.
Si quieres profundizar en la metodología del sector, te recomendamos leer nuestro artículo: Implementando el Marco GLEC en la logística: cálculo de emisiones y optimización de flotas
En sectores como electrodomésticos, climatización o movilidad, la IA puede estimar consumos energéticos basados en perfiles de uso real, datos climáticos, patrones horarios y curvas de eficiencia para incrementar la precisión del cálculo y permite generar escenarios de mejora.
La implantación no consiste solo en añadir tecnología, sino en definir una estrategia rigurosa.
Estas son las preguntas en clave estratégica que debería hacerse una empresa antes de aplicar IA para el cálculo del alcance 3:
Para sectores intensivos, lo ideal es disponer de información por material, proceso y proveedor. La IA no elimina el trabajo de diseño metodológico, lo multiplica.
En nuestras consultorías, el patrón es repetitivo: un 20 % de proveedores concentra el grueso de las emisiones. La IA permite identificarlos y priorizar el engagement con ellos.
Industria, alimentación, moda y automoción requieren granularidad. Servicios profesionales, no tanto. Definir este punto desde el inicio evita inversiones innecesarias.
Las organizaciones con volúmenes superiores a mil documentos mensuales pueden automatizar entre un 50 % y un 70 % del proceso en doce meses.
La elección del modelo de inteligencia artificial adecuado determina en gran medida la calidad y precisión del cálculo del alcance 3. No todos los algoritmos cumplen la misma función: algunos optimizan la extracción de datos, otros mejoran la imputación de información faltante y otros garantizan la verificación y coherencia metodológica. Comprender qué tipos de modelos aportan más valor permite diseñar un sistema robusto, escalable y alineado con los estándares del GHG Protocol.
Existen cuatro tipos esenciales de modelos:
Implementar inteligencia artificial en el cálculo del alcance 3 exige un enfoque estructurado que combine metodología, datos y tecnología. No se trata solo de digitalizar procesos, sino de rediseñar cómo se recopila, depura y verifica la información procedente de la cadena de suministro.
Una implantación eficaz debe avanzar por fases: desde el mapeo inicial de fuentes hasta la automatización documental, la imputación de datos faltantes y la integración final en el sistema de reporting climático.
Este enfoque paso a paso garantiza precisión, trazabilidad y coherencia con el GHG Protocol y los requisitos de la CSRD:
Identifica ERP, bases de datos internas, portales logísticos, proveedores críticos y puntos donde se produce pérdida de información.
Establece flujos automáticos que extraigan información de facturas, certificados y fichas sin intervención humana.
Convierte todas las unidades en formatos coherentes y elimina errores estructurales mediante modelos entrenados para ello.
La imputación sostenible (siempre trazada y justificada) te permitirá cerrar inventarios que antes eran metodológicamente imposibles.
Asegura que el modelo está alineado con:
Si necesitas una guía paso a paso, o artículo Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD): Todo lo que necesitas saber.
Aplicar inteligencia artificial al alcance 3 no solo mejora la precisión del cálculo: transforma la forma en que las organizaciones toman decisiones estratégicas. La IA genera ventajas competitivas tangibles que impactan en auditorías, eficiencia operativa, comunicación corporativa y planificación de la descarbonización.
Más allá de medir, permite anticipar riesgos, optimizar la cadena de suministro y reforzar la credibilidad climática en un contexto regulatorio cada vez más exigente.
La trazabilidad automática reduce a la mitad el tiempo necesario para verificar la metodología.
Un reporte transparente evita inconsistencias que podrían interpretarse como greenwashing.
La IA identifica medidas accionables: sustitución de materiales, cambio de proveedores, electrificación logística o rediseño de procesos.
Los equipos de compras pueden consultar la intensidad de carbono de cada proveedor para priorizar adquisiciones sostenibles.
La inteligencia artificial no sustituye la metodología del GHG Protocol ni la exigencia de datos primarios, pero sí elimina la mayor barrera operativa y cultural del alcance 3: la falta de información fiable, completa y verificable.
Integrar IA en los sistemas de reporting ofrece una ventaja competitiva: inventarios más precisos, auditorías más rápidas, procesos más eficientes y decisiones estratégicas que aceleran la descarbonización real.
El futuro del reporting climático será inevitablemente híbrido: proveedores más digitales, datos más accesibles e inteligencia artificial como capa común para interpretar, verificar y modelizar toda esta información.
No. La IA reduce la dependencia, pero no elimina la necesidad de datos primarios. Sin embargo, permite avanzar incluso cuando la información directa es insuficiente.
Sí, siempre que existan trazabilidad, documentación y justificación metodológica.
Química, automoción, moda, alimentación, construcción, energía y logística.
Entre un 90 % y un 95 %.
En la mayoría de casos, entre un 30 % y un 50 % anual.
Paula Otero
Consultora en medio ambiente y sostenibilidad
Sobre el autor
Bióloga por la Universidad de Santiago de Compostela con máster en Gestión y Conservación del Medio Natural de la Universidad de Cádiz.
Tras colaborar en estudios universitarios y trabajar como consultora ambiental, ahora aplico mi experiencia en Manglai. Me especializo en dirigir proyectos de sostenibilidad enfocados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para empresas. Asesoro a clientes en medición y reducción de huella de carbono, contribuyo al desarrollo de nuestra plataforma y realizo formaciones internas. Mi experiencia combina rigor científico con aplicabilidad práctica en el ámbito empresarial.
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